Por: Cristian Rodríguez
En varias oportunidades, en los medios de comunicación que he asumido responsabilidad de forma efímera, me he referido al concepto de opinión publica y otra vez quiero dar un manoseo a este tema, porque se le ha estado dando un mal uso, llámese prensa escrita, radial, televisiva e instituciones gubernamentales del país.
Resulta que en pleno siglo XXI estas entidades bosquejan cualquier situación que ellos perciban para que la opinión publica reacciones ante la preocupación del emisor, de hecho esta aberrante situación se ha convertido en un clichés conceptual en quienes no tienen claro el origen de opinión publica.
Entiéndase bien, los conductores y productores de programa de radio y televisión, periodistas y titulares de instituciones gubernamentales ninguno de esto hacen opinión publica, esta es una actividad per se de la cultura de los pueblos, la función de los mencionado arriba es hacer una lectura de los fenómenos sociales, culturales, económico, político, entre otros factores que surgen en algunos grupos de sociedades especificas.
Por ejemplo, la existencia de los puntos de drogas en todo el territorio nacional genera opinión pública, porque los protagonistas de este ambiente oscuro tienden a producir cambio en las personas que viven en su contorno, cualquier situación o fenómeno que se produzca en ese fragmento de la sociedad, lo que hacen los medios de comunicación en este caso es la elaboración de notas informativas, artículos de opinión, entre otra cosas del quehacer periodístico.
Los mensajes, comunicados, anuncios…etc., no pueden ir dirigido a la opinión publica, porque esta no esta en un lugar especifico, no existe como tal, esta convive con la colectividad y en un momento determinado ese ruido tiende a general situaciones de tragedia, de bienestar, alegría, jubilo, que los medios de comunicación la hacen suyas para que el universo social conozca de tales acontecimientos.
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